Las violetas de Bessie
LAS VIOLETAS DE BESSIE
Cuando apremiaban, las angustias del día,
cuando la luz, más tenue aparecía,
su aroma intenso, al escritorio vestía,
en sorpresa, inusitada alegría.
Un ramito…. Pequeño y bien tupido,
apoyado azaroso, sobre los papeles,
al corazón daban brinco, pareciendo tal cumplido,
de algún afecto, que esperaba verme alegre.
Enlazados sus tallos, púrpura cinta de raso,
bellísimos pétalos, intensos tonos,
enmarcadas con hojas, muy verdes al caso,
en Espera, alivio del alma… muy hondo.
Ella, ella sabía por intuición,
cuándo mi espíritu sangraba.
Bessie, sus violetas que con fruición,
yo sorbía, su aroma, de cariño encantada.
Bessie las recogía, silvestres de su jardín,
por traerme, su ramito de regalo.
Sabía de difíciles tareas, al fin,
que yo, cumplía con el humano.
Agradecida, quizás una merienda,
presencia, dulce sonrisa,
adornaban con luz, la contienda,
violetas perfumadas, obsequio de caricia.
Sabía que, mi función era con niños,
conocía, mi puericultura,
mas, insistía…solícita en cariño,
buscando mi atención, brindando ternura.
La enfermedad, grave la visitó,
tiempos de aliento, con palabras, que se anhelan.
Nos recordábamos, su voz me acompañó,
hasta que mortecina, su luz quebró la candela.
Hoy…. Todo ya terminó,
la función, su telón ya bajó.
Un día, su visita, fue solidaridad,
junto a dulces, trajo a casa, violetas… de su santidad.
Renée Escape-
Homenaje a Bessie Guevara, cuyo cumpleaños se conmemoraba el 15 de mayo.
(Hace más de tres años, partió a otras dimensiones. Su alma tan querida, sigue en mí. Siempre le decía a las enfermeras, que ella era una niña pequeña y que deseaba ser atendida en mi consultorio… porque nadie la trataba con afecto ni la escuchaba como merecía. Comenzó después de varias patologías: coronariopatía, colocación de steins, hipotiroidismo, diabetes 2, hipertensión, trombosis en miembros inferiores, prolapso uterino; con Leucemia Linfocítica Crónica para la que recibía tratamiento hematológico quimioterápico durante más de diez años.
Sin embargo, lo que nunca toleró, lo que más le entristeció en el vivir, fue la aparición tardía a casi más de 75 años, de un proceso de Retinosis Pigmentaria que reactivado, iba poco a poco, cercándola hacia una mínima visión central…. Inconveniente, que a sus años, no soportaba. Los errores cometidos por su ceguera periférica, la podían desarmar en pleno, al punto de la depresión que, únicamente se sostenía férreamente, en su fe Cristiana.
Finalmente, se fue apagando, lentamente, como un candil tenue, y su empequeñecimiento corporal, engrandecía aún más su espíritu magno y cariñoso. Pese a mi ceguera, nunca me abandonó y esporádicamente, me llamaba, recordando sus cariños para cada integrante de mi familia durante años… evocándome como fui con ella en tiempos de vigencia.
Cuando antaño, más atareada estaba en mis funciones, nunca dejaba de visitarme y depositar sobre el escritorio, un ramito de violetas muy perfumadas.
Los años pasaron…. Uno tras otro. La vida fue alejándome de las flores, distanciándome de las oportunidades de verlas, absorber sus aromas, acariciar sus pétalos…. Jamás, nunca más, pude tomar entre mis manos…. Un pequeño, intenso y perfumado… ramito de violetas.
Renée Escape- Mayo 2020-
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